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Las efímeras del río Danubio en Budapest están apareciendo antes y en mayores cantidades de lo habitual este año. Este fenómeno se debe a los niveles de agua bajos y a un verano inusualmente caluroso. Cientos de miles, a veces millones, de estos insectos se embarcan en una frenética carrera para aparearse y reproducirse antes de perecer en pocas horas, ya que su vida es de menos de un día tras la eclosión.
La abundancia de las efímeras está estrechamente ligada a la salud del Danubio. Durante unas cuatro décadas, estos insectos no aparecieron debido a la contaminación del río. Su regreso en 2012, gracias a la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, es una señal de que el Danubio está más limpio. De hecho, la efímera es una especie protegida en Hungría.
Normalmente, los enjambres de efímeras comienzan en agosto, pero este año se adelantaron a mediados de julio. Las luces de la ciudad y las sombras de los puentes, como los que rodean el Parlamento húngaro, pueden confundir a las efímeras, haciendo que depositen sus huevos en la orilla en lugar de en el agua. Para ayudarlas, los investigadores húngaros han instalado luces azules especiales en dos puentes para mantener a los insectos sobrevolando el agua y asegurar la supervivencia de la próxima generación.
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