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El Tambor de Chaozhou, reconocido como patrimonio cultural inmaterial nacional de China, ha incorporado elementos del wushu (kung fu), dando lugar a la creación de la Base Internacional de Intercambio y Comunicación Cultural Hungría-Chaozhou. Este proyecto actúa como un puente cultural, uniendo al Chao Xiang Drum Club de Chaozhou, provincia de Guangdong, y a la Federación Chan Wu de Hungría. Ambas instituciones se han comprometido a desarrollar un nuevo modelo de cooperación cultural y deportiva tanto en Hungría como en toda Europa.
Mike Sandor, vicepresidente de la Federación Chan Wu, destacó que esta colaboración marca un nuevo punto de partida para los intercambios culturales entre China y Hungría y un hito para el desarrollo conjunto del kung fu y la cultura de Chaozhou en Europa. "Promoveremos una mayor influencia de la cultura china en Europa e inyectaremos nueva vitalidad a la amistad entre los pueblos de China y Hungría", añadió. Por su parte, Li Kangdi, presidente del Chao Xiang Drum Club, explicó que buscan sincronizar los ritmos de las actuaciones del Tambor de Chaozhou con las técnicas de kung fu para mostrar tanto la cultura china como las costumbres húngaras, fomentando intercambios culturales armoniosos.
La entusiasta cultural húngara Julia Balo, con un prolongado interés en las tradiciones chinas a través del estudio del idioma, la literatura y la práctica del tai chi, expresó su fascinación. "La cultura china es diferente de la europea, por lo que es esencial entendernos mutuamente. He aprendido mucho de la cultura china. Mi libro favorito es 'El arte de la guerra' de Sun Tzu, que se aplica a la vida cotidiana", comentó. Balo, que comenzó a estudiar chino a los 50 años y ha practicado tai chi durante más de una década, ahora se muestra ansiosa por probar a tocar el tambor.